viernes, 9 de mayo de 2008

Cambiando la mentalidad del hombre

Análisis realizado a la Chaqueta Metálica, con el propósito de ver la representación social del hombre soldado. La chaqueta metálica es una película escrita y dirigida por Stanley Kubrick, en la que se refleja un desacuerdo con la vida bélica y los tratos que en ella se generan. En el film es evidente que en las milicias se busca obtener una imagen de hombre de hierro, el cual no debe tener debilidad alguna. Para lograr esto, Lee Ermey, encarna a Hartman, sargento mayor de artillería, quién hará de la vida de los reclutas una pesadilla. A lo largo de la película Hartman insulta de todas las formas posibles a los jóvenes a los que está entrenando. A medida que pasan los días estos gritos, insultos y golpes se van transformando en disciplina, la cual es prioritaria para la vida del militar: ya no se piensa en humanidad, sino en maquinaria, es un entrenamiento para crear instrumentos de muerte, para cambiar toda una mentalidad sobre la vida. El lenguaje es apuntando totalmente a la psicología del soldado, haciéndole creer que en verdad él es una “mierda” y el instructor o sargento lo puede tratar como se le antoje. Realmente los hacen sentir poca cosa, y es ahí donde creo empieza la manipulación: al ser ellos insignificantes irán creciendo de acuerdo a sus habilidades y a su desempeño como soldado, lo cual exige seguir la disciplina y con ella las reglas y la mentalidad del superior. Además de eso, ser indisciplinado no es una opción, ya que los castigos también son imprescindibles en los métodos de enseñanza del sargento. Con respecto al hombre que se “cría” en las milicias, podemos decir que es un individuo machista, que se les enseña a pensar en que sólo depende de dos armas para estar bien: su pene y su fusil, dejando a la mujer en un plano lejano, y teniendo una visión de ella ligada sólo hacia el sexo –es un objeto que pueden comprar-. Así, todo el tiempo el soldado es bombardeado con cantos de trote e indeseables ejercicios en los que se les exige pensar -porque la expresión “le venden la idea” creo que queda corta- que él es hombre si tiene sus dos armas. Incluso, al arma de fuego se le es puesto un nombre para crear un verdadero vínculo con ella; el arma es como la mujer del soldado. Como dije antes la debilidad no tiene cabida en la historia de los Marines. Sin embargo, aparece un personaje que iría en contra de todos los intereses de Hartman, el soldado “Patoso”, quien es torpe, gordo, imposibilitado por su estado físico y yo diría que un poco ingenuo, no era del común. Hartman utiliza en el soldado “Patoso” toda una gama de insultos que funcionan -creo yo- a la inversa, ya que a pesar de que él es también un soldado de la marina, no tiene un adecuado desempeño en las exigencias diarias –resultado que está muy ligado a su estado físico y baja autoestima-, lo que causa que se acumule un rencor y un odio hacia su sargento. Como un soldado de este tipo es imposible en la milicia, con el objetivo de encontrar mejoría en su proceso, los castigos pasan del soldado “Patoso”, a toda la tropa, lo que ocasiona un disgusto en el grupo. Y es ahí, en ese momento, donde evidenciamos lo crudo que se vuelve un soldado en este entrenamiento, ya que llega la escena en la que sus propios compañeros lo amordazan y golpean brutalmente con jabones duros; ni su llanto, ni sus quejidos lograron detener la paliza, e incluso el soldado “Bufón” -interpretado por Matthew Modine- quien se había caracterizado por ayudar a “Patoso”, lo golpeó. Por todos estos factores es que se llega a tener tanto rencor como para matar a alguien. El entrenamiento que se realiza es brutal, tanto en la parte física como en la psicológica, lo que da como resultado soldados listos para salir a matar, sin compasión, sin debilidad, sin vacilaciones, sin sentimientos. Además de esta imagen también se le da al soldado una imagen de sacrificio y drama, hacerle ver a la sociedad que está dando su vida por proteger al país, lo que trae intrínsecamente que el soldado tenga valentía, rudeza y sea “invencible”; ignorando que es tan poco ser humano, que ni siquiera le produce sentimiento alguno el hecho de presenciar todo el da;o que causan, o los cadáveres que quedan después de las masacres –como la del canal, en donde a plena tranquilidad un soldado narra que eran vietnamitas del común los que habían masacrado: profesores, empleados, etc-. Se puede mostrar un poco una parte humana en “Bufón” ya que sus labores son básicamente de periodismo. Es él el que sin querer le muestra al espectador la otra parte de la historia, la crueldad utilizada, la brutalidad en el campo de batalla y las consecuencias de una guerra incesante. Además también es notable la normalización de la guerra: para estos soldados es muy cotidiano el hecho de que hieran varios compañeros e incluso que mueran cerca, a metros de ellos. Pero en cuestión de preocupación y afecto es en el único momento en donde es notorio, ya que para matar y torturar al enemigo no tienen problema, pero se enfurecen –sin siquiera tener que llamar sentimientos- que afecten a uno de su tropa. Los hombres que van a la guerra creen que van a defender a su país, por lo que su única misión es matar al enemigo. Sin embargo, en el video que filma “Bufón” es evidente que no tienen un norte, pelean por la meta del país, pero ni siquiera la conocen…sólo están adiestrados para matar, sólo quieren ganar…pero que? Creo que se les vende una forma de representarse a ellos mismos. Se les hace creer que son invencibles y que siempre deben estar “firmes como una puta roca”. El film es realmente bueno. Creo que capta la “esencia de la guerra” y muestra la otra parte: la crudeza, el irrespeto y el sarcasmo con el que llegan los soldados a un país en conflicto; la facilidad de matar del hombre adiestrado como soldado; y el salvajismo que nos carcome en una situación de vida o muerte, en la que el mismo estado de victimario es como una muerte del ser humano “humano”. Diana Isabel Arenas